donde los recuerdos no tienen nombre
nada crece ya a la sombra
de mi mente
Lúgubre cementerio de caricias
que reposan inertes, mortecinas
esperando el suave hálito justo
que las devuelva de nuevo a la vida
Céfiro agreste
donde una vez planté un suspiro
que sucumbe implacable a la tempestad
que calma de sed tus besos marchitos
¡Qué preciosidad Nefer!
ResponderEliminarHas pintado con palabras mis sentimientos ahora mismo.
Ojalá sólo fuesen palabras y no el reflejo del sufrimiento por el dolor que produce el amor.
¡Felicidades! Y espero leer más cosas tuyas!
un saludo.
Gracias Alicia, inevitablemente, cuando el amor duele provoca este tipo de sentimientos, y no sé porqué es mucho más fácil expresarlo con palabras.
ResponderEliminarBesillos.