4. L'ILLA DAS ESCULTURAS

Paco Rodriguez
26 años
Pontevedra, España
Tweet-sinopsis: (pendiente)




   Siempre me ha dicho todo el mundo que hago las cosas super tarde. Pero he sido así toda mi vida, así que por mucho que me digan no voy a cambiar a estas alturas. Se piensan que no hago nada durante todo el día y que lo dejo todo para el final, pudiendo haberlo hecho antes. Pero es lo que yo digo, hacer cosas las hago, lo que pasa es que los días son demasiado cortos y no da tiempo a hacerlo todo. ¿Cuántas cosas haríamos si no durmiéramos por las noches?

   Me gusta dar paseos nocturnos. Y esto no tiene nada que ver con dejar las cosas para el último momento. Simplemente me gusta pasear de noche. Sin gente, sin ruido. A las dos, las tres de la madrugada, eso no importa mucho. Es el único momento del día en el que verdaderamente puedo reflexionar, estar "a solas" conmigo mismo. El único sonido que escucho es el de mis pasos, que se convierten en la banda sonora de mi trayecto.

   Y aquí en Pontevedra, la ciudad a la que me ha traído el destino, existe el lugar perfecto para mis paseos: "L'Illa Das Esculturas" o, lo que es lo mismo, la isla de las esculturas. Aunque no sé por qué se llama así, porque la verdad es que esculturas solo hay cuatro. Cada noche acudo a este lugar, algo apartado de la ciudad, para evadirme del mundo por unos instantes.

   Siempre es la misma rutina: cruzo el puente, recorro la mitad del camino (la isla de las esculturas tiene un camino de tierra en forma de redondel gigante, con un bosque de eucaliptos en el centro, aunque el camino, en realidad, tiene forma de ocho, ya que cuando vas por el otro lado, hay un atajo que te da la opción de cambiar nuevamente de lado y volver por donde has venido), sigo el atajo, cruzo el puente otra vez, aunque si voy por la derecha el camino es un poco más largo y el puente que atravieso es otro diferente, y regreso a casa.

   Un día, como de costumbre, me disponía a dar mi paseo cuando me dijeron, también como de costumbre, que no fuera, que era muy tarde, que tenía tiempo de sobra durante el día para ir. Pero, como os he dicho, me gusta pasear de noche y no me da miedo que sea tarde o que no se vea un alma por la calle, precisamente, al no haber gente, no hay nadie que te pueda hacer daño, al menos siempre he pensado así.

   Siguiendo mi instinto, me fui. Al cabo de unos veinte minutos, estaba llegando a mi destino. Iba caminando por el carril bici, que conducía directamente al puente. A mi derecha, había una hilera de coches aparcados, que eran cada vez menos a medida que me iba aproximando. Un coche con las luces encendidas, al otro lado de la carretera, captó mi atención. La soledad de aquel lugar me hizo pensar en las advertencias que me habían hecho de que no saliera por allí a esas horas. Y empecé a acelerar el paso, aunque sin rendirme. ¡Yo nunca tenía miedo, jamás me había ido a casa sin completar mi trayecto y no iba a hacerlo ahora!

   Entonces algo llamó mi atención cuando estaba cerca del puente. Un hombre, que parecía mayor, aunque no podía verle bien, permanecía inmóvil en mitad del puente, mirando hacia mí. Estaba cargado de bolsas de tamaños y colores diferentes. Me estremecí de tal manera que me rendí en mi propósito de llegar hasta la isla y comencé a retroceder. Giré la cabeza y el extraño hombre había cruzado al otro lado. Iba caminando con su particular carga. Algo más tranquilo, giré la cabeza una vez más. El hombre volvía a permanecer inmóvil, y me seguía con la mirada. Mi corazón se aceleró y apreté el paso. Cuando miré de nuevo, de pronto no había ni rastro de aquel hombre.

   En ese preciso instante lo tuve claro: tenía que alejarme de allí lo más rápido posible, sin vacilar un instante. Aunque no podía evitar volver la vista de vez en cuando. Allí no había nadie, y el camino de tierra de la isla estaba envuelto en una capa de húmeda niebla que parecía querer permanecer allí para siempre.

   Lo que no sospechaba en absoluto es que aquella no sería la última vez que aquel hombre y yo nos encontrábamos.

9 comentarios:

  1. Gracias por tu aporte paco!! La verdad es q lo has dejado cuando mas interesante se estaba poniendo la cosa...

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  2. Muy interesante, me recuerdo un poco al principio de "El principe de la niebla" de Carlos Ruíz Zafón, mi enhorabuena por parecerte a tan buen escritor.

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  3. Eso de que me parezco a Carlos Ruíz Zafón es pasarse un poco, pero gracias por el cumplido :)

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  4. Tremendo Paco!Esta muy interesante..... Sigue escribiendo! 1abrazo

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  5. Es muy intrigante, dan ganas de leer más, jeje muxa suertee!!

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  6. me has dejado intrigada............... por favor sigue la historia, me encanta

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  7. ¡Por cabezota y querer hacer tu recorrido sí o sí! ganas de meterse en líos... ¡huuuye!
    jaja, es que soy de las que le grita a la tele cuando ve una película, y es que leyendo tu texto me sentía como metida en una película...
    ¡Felicidades! está muy bien... pero qué pasa despuéeeessss?????

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